22/10/2020

EL FUTURO DE LA IMPERMEABILIZACIÓN SOSTENIBLE
Hoy en día, construir enfocando a lograr la mayor eficiencia energética posible ha dejado de ser una tendencia y ha pasado a ser una necesidad. En estos momentos en que crece la emergencia climática que vivimos, junto con compromisos adquiridos por los Estados que forman la UE para lograr una reducción de los gases efecto invernadero y la actual situación de pandemia global, han puesto sobre el tablero mundial la imperiosa necesidad de pasar a la acción desde todos los frentes posibles, incluyendo también el sector de la construcción y de la edificación.
En Europa, con solo actuar en base a criterios de eficiencia energética sobre el actual parque edificado, los expertos estiman que podríamos lograr una reducción de las emisiones contaminantes cercana al 40%. Y este estudio es solo uno de los ejemplos.
Las empresas que integran AIFIM (Asociación Ibérica de Fabricantes de Impermeabilización) desarrollan, diseñan y construyen sistemas de impermeabilización en los que priman la eficiencia energética, el confort, la sostenibilidad y el ciclo de vida del producto, siguiendo los principios de la economía circular, desde la obtención de la materia prima hasta su eliminación mediante reciclado y tratando de extender al máximo su vida útil.
En las estrategias por la sostenibilidad, se incluye el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU (ODS), entre estos objetivos, que nos ayudarán a alcanzar un futuro más justo, próspero y sostenible y que afectan más directamente a nuestro sector, encontramos la acción por el clima, la creación de ciudades y comunidades sostenibles, la producción y consumo responsables, la energía asequible y no contaminante, el trabajo decente o la creación de alianzas para lograr los objetivos.
En el campo de la impermeabilización vienen desarrollando nuevas soluciones que ayudan a cumplir estos objetivos. como pueden ser las cubiertas ajardinadas en todas sus variedades, las cubiertas frías o cubiertas de alta reflectancia que junto con las novedosos sistemas combinados de impermeabilización y aislamiento térmico, contribuyen a luchar contra el efecto isla de calor y favorecen el ahorro energético.
Cabe destacar por último, que día a día se está apostando por materias primas de última generación, lo cual hace que desde la producción de las mismas hasta su puesta en obra y futuro reciclaje, redundan en un menor uso de energía en todos sus niveles y menor emisión de CO2 además de apostar por materiales más sostenibles y duraderos, que alcanzan más fácilmente certificados ambientales tanto del propio producto como de la consecución de las calificaciones de eficiencia energética e incluso cumpliendo con estándares tan ambiciosos como el Passivhaus y representando un modelo pleno de economía circular.
Fuente: AIFIM, Passivhaus, Agenda 2030, ONU.
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